El transplante es uno de los momentos más delicados en la vida de un bonsái. No solo implica renovar el sustrato y revisar las raíces, sino que también es clave para la salud a largo plazo del árbol.
Pero, ¿cuándo es el mejor momento para transplantar un bonsái en Argentina? ¿Qué herramientas necesitás? ¿Y qué cuidados tenés que tener en cuenta para que no sufra?
En esta guía te contamos cuándo y cómo hacer el transplante correctamente según nuestras estaciones, con consejos que aplicamos en nuestros propios ejemplares.
A diferencia del hemisferio norte, en el hemisferio sur el mejor momento es a fines del verano y durante el otoño, justo antes de que el árbol entre en reposo. Esto permite:
Menor pérdida de savia
Reducción del estrés
Mejor adaptación a la maceta y al nuevo sustrato
Idealmente, entre marzo y mayo, aunque puede variar un poco según la especie. Por ejemplo:
Caducos (olmos, arces, ligustros): transplantar cuando caen las hojas o justo antes.
Perennes (pinos, juníperos, olivos): preferible a comienzos de otoño o fines de invierno.
Depende de la especie, la edad del árbol y el crecimiento de raíces:
Tipo de bonsái | Frecuencia sugerida |
---|---|
Árboles jóvenes | Cada 1 o 2 años |
Árboles en maceta definitiva | Cada 3 a 5 años |
Pinos y coníferas viejas | Cada 5 a 10 años (según caso) |
Un signo claro de que el árbol necesita transplante es cuando las raíces llenan completamente la maceta y dificultan la absorción del agua.
Sacar el árbol con cuidado
Mantené el pan de raíces lo más compacto posible. Ayudate con palillos o ganchos.
Peinar y podar las raíces
Retirá raíces gruesas que den vueltas y conservá las finas. No cortes más del 30% del volumen de raíces.
Limpiar la maceta y preparar el drenaje
Usá una rejilla para que no se pierda el sustrato. Anclá el árbol si es necesario.
Colocar el nuevo sustrato
En esta guía sobre los estilos de bonsái mencionamos cómo el estilo también puede influir en la elección de la maceta y del sustrato.
Replantar y regar con abundancia
No fertilices hasta que veas brotación nueva. Mantenelo protegido del sol directo durante una o dos semanas.
No abones ni podes en los primeros 15?20 días.
Vigilá que no le falte agua (pero sin exceso).
Protegelo de heladas o golpes de calor.
Observá las yemas: si empiezan a hincharse, es buena señal.
Muchos de nuestros ejemplares disponibles en la tienda online fueron transplantados durante los otoños anteriores, lo que permite que hoy estén sanos y bien establecidos en sus macetas definitivas.
Si querés ver cómo evoluciona un árbol luego del transplante, podés leer esta historia poética sobre el cuidado en el día a día, o conocer el caso de nuestro Pino de cinco agujas (Goyomatsu), que fue transplantado hace algunos años para fortalecer su nebari.
El transplante es más que un cambio de maceta: es una renovación vital para el bonsái. Hacerlo en el momento correcto y con el cuidado necesario asegura que el árbol siga creciendo sano por muchos años.
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